jueves, 19 de septiembre de 2013

Esclava de mi rencor

Después de mucho tiempo, quiero reiniciar mi inmersión en la búsqueda de la estabilidad emocional y del equilibrio personal. Si hay una emoción negativa que me ha impulsado a una continua recaída en un desajuste interior y al alejamiento de toda armonía, esa emoción es el rencor. A mí las "injusticias", o lo que yo veo como "injusticias" me irritan sobremanera, especialmente las que se dan en mi ámbito familiar y en mis relaciones sociales. La reflexión sobre mis reacciones a los "agravios" que he percibido de personas cercanas, me llevan a identificar que cargo con muchos rencores arraigados y retroalimentados infinitamente. Supongo que el enfado nos pasa a todos alguna vez, especialmente cuando nos sentimos atacados, vícitmas de cosas malas o cuando nos hieren...El primer impulso suele ser la ira, ese enfado desmedido causado porque nos sentimos atacados, ofendidos o agraviados. A veces, esperamos que la ira remita con el tiempo o desaparezca por sí sola, pero lo cierto es que el tiempo, al igual que la propia reacción de ira, son  grandes enemigos de nuestro bienestar. Han pasado años de heridas que me han marcado fuertemente y, lejos de desaparecer, esas heridas se han ido profundizando, supurando infelicidad constante; la ira ha degenerado en resentimiento y rencor. Este rencor ha impedido olvidar mi daño y lo ha intensificado generando dolor y hasta cierto sentimiento de venganza; es un sentimiento de bloqueo emocional, que te impide olvidar, una manera de retenerte en un daño del pasado que incrementa el dolor y el desequilibrio en mi "hoy" y en mi relación con las personas implicadas y conmigo misma. Está claro que cada persona es un mundo, con su particular punto de vista, sus expectativas, sus opiniones y esas diferencias en las maneras de ver las cosas siempre van a producir choques que pueden acabar en conflictos y malentendidos. Supongo que lo ideal pasa por no llegar al malentendido, pero,una vez que llega deberíamos huir del rencor. También es cierto que no podemos eliminar el rencor de un día para otro y el tiempo para olvidar es incontrolable y personal. No se pueden cambiar los hechos, pero si la experiencia de los mismos. Es decir, podemos esforzarnos por transformar el recuerdo y acelerar el proceso del olvido.
A partir de este punto, creo que tengo identificado y aceptado un lastre que me pesa demasiado y que me gustaría liberar; otra historia es empezar a soltarlo y el cómo hacerlo. He leído mucho al respecto y voy a indicar un resumen de lo más interesante para comprender e identificar este tipo de situaciones y de los pasos que se recomiendan para comenzar a liberarse del rencor:

En todas aquellas acciones que consideramos injustas se pueden identificar 3 elementos:

- La herida o daño causado con la acción injusta .
- El sentimiento negativo (recor, odio, frustración, ira...) que acompañan el recuerdo de la experiencia y que nos engancha emocionalmente a la persona que nos causó la herida.
 - La liberación del sentimiento negativo, que provoca la satisfacción, reparación, reconciliación, el olvido y el perdón.

"No son los hechos los que nos hacen sufrir sino el significado que le dimos al acontecimiento. Es el cómo cada quien percibe, ve, oye y siente la experiencia y como lo graba en su memoria, junto a las reacciones corporales y de conducta que acompañan a esas emociones, lo que nos hace sufrir y nos “engancha” con la situación y con aquel que nos hizo o que creemos nos hizo daño. "

Pasos para iniciar el camino de la liberación:

1. Identificar convenientemente el problema:
Paso indispensable para conocer y analizar la situación. Debemos preguntarnos qué originó este problema y por qué seguimos guardando rencor.

2. Compartir ese sentimiento de rencor:
Se trata de compartir ese daño con la persona que lo originó, si es posible, o transmitir nuestros sentimientos a personas dispuestas a escucharnos.

3. Aplicar la empatía:
Perdón y comprensión son inseparables. Por esto mismo, es muy importante ponerse en el lugar de la persona que consideramos que nos ha provocado el "daño". Si conseguimos empatizar con el otro, ponernos en su piel, tal vez entendamos una nueva visión de las acciones que nos ofendieron. No se trata de justificar, tan solo de comprender. El trabajo de la empatía nos hará darnos cuenta de que, tal vez, esa persona no lo supo hacer mejor, que a veces la ignorancia, la inconsciencia, la presión, las circunstancias le hicieron actuar así. Una vez lograda esa comprensión podemos iniciar la liberación de la ofensa.

Una práctica interesante puede ser el ejercicio de la 'Silla Vacía":

Este ejercicio es un hallazgo muy valioso de la psicología Gestalt.

Siéntese en una silla o asiento y coloque en frente una silla vacía. imaginariamente, siente en la silla vacía a una persona con la cual tenga motivos de odio, ira, rencor, envidia o resentimiento no resueltos.

Exprésele a esa persona imaginaria que ha puesto al frente toda la carga emocional que tiene contra ella.

Después, siéntese en la silla vacía; imagine que usted es la otra persona y responda lo que ha escuchado. Regrese a la primera silla y continué con la expresión de sus emociones a la persona que ha imaginado en la silla vacía, regrese a la silla vacía y desde allí conteste. Repita las veces que sean necesarias para que esta práctica le permita liberarse del infierno emocional que pesa en su interior.
 
4. Aceptación de nuestro problema y el deseo de solucionarlo:
Nuestra decisión de curarnos no estará condicionada por lo que la otra persona haga al respecto. Debemos aceptar nuestro problema y querer curarnos del daño. Importa lo que podemos hacer aquí y ahora y que está directamente en nuestra mano, independientemente de los demás.

5. No remover las heridas:
Una vez que se ha decidido seguir adelante y curarse, no hay que remover la herida ni escarbar. Si sale el tema, lo mejor es pasar a otra cosa.

6. Liberar el dolor: Definitivamente dejar marchar el rencor.

7. Perdonar: No se trata de olvidar sino dejar de pensar en aquellas heridas, dejar de recrearnos en el dolor y dar paso a la liberación del alma para caminar en paz.




martes, 13 de noviembre de 2012

ONCE, una pequeña gran joya


Hoy tenía ganas de ver un peli, pero una peli de esas que te tocan el
corazón, que te atrapan inesperadamente…así que, rememorando las historias que he visto últimamente, me he acordado de una que me despertó los sentidos; creo que merece la pena recomendarla aunque quizás muchos la conozcáis ya que es del año 2006-2007.
La película se llama ‘Once’, una película de género musical que, con una temática habitual, un guión sencillo y una música excelente, engancha por su sencillez y su banda sonora.

 Por cierto, mis canciones preferidas son:
 ‘Falling slowly’ y ‘If you want me’

 El link del tráiler en español:


sábado, 12 de noviembre de 2011

ZAZ - La fée (El hada)




Zaz, j'aime sa voix, superbe!!!
Para mi hada especial, que ahí está, escondida, y me acompaña en la vida, agazapada tras mi oreja, traviesa y protectora. Mi hada blanca, la que me que susurra palabras de luz y me da toques de varita mágica cuando nadie la ve...

Subtítulos en español:
http://www.youtube.com/watch?v=d2aXpnc1Um0

miércoles, 8 de diciembre de 2010

Amor inteligente

No puedo dejar de dedicar una entrada importante a uno de los sentimientos que nos asalta continuamente y con gran fuerza durante la vida, el amor. Dejo a un lado las diferentes clasificaciones del amor y me centro en el amor de pareja. Es una emoción tan compleja que es difícil describirla pero, como cualquier otra emoción, lo que se busca en la inteligencia romántica es que este sentimiento nos acabe generando satisfacción y bienestar. La mayoría de nosotros hemos vivido etapas dolorosas, desconcertantes , que nos inquietan y revuelven emocionalmente. Recuerdo que amor y odio muchas veces se dan la mano, no siempre el odio se genera necesariamente hacia alguién que se haya amado  pero, como se dice popularmente, sí se puede pasar del amor al odio porque el amor es un ciclo continuo que puede acabar en cualquier momento si no se cultiva convenientemente y, a veces, acabamos los ciclos con cierto rencor; lo bueno, que al igual que el paso del amor al dolor, del dolor al amor se puede volver a pasar para iniciar otro ciclo amoroso, aunque normalmente ha de pasar tiempo. Asociamos que el amor y el sufrimiento o dolor son inseparables; es cierto, el amor puede doler un tiempo, cuando se rompe, cuando se asume una pérdida, pero el dolor no significa amor y los juramentos eternos, las frases de película como "si te vas, me muero", "eres mi vida entera" no sólo no unen sino que distancian y alejan. Nadie muere por amor y sentencias tan profundamente imposibles de mantener en el tiempo, en realidad, condicionan, atan y minusvaloran a quien las dice, ya que esa parte de la pareja se está infravalorando ante el otro. Si sentimos dolor al amar, no estamos preparados para el amor porque nuestro yo nos está pidiendo ayuda, nos suplica: "arréglame, cuídame, cura ese dolor para luego amar". Será mucho más positivo para la pareja y para uno mismo expresar: "Me apetece estar contigo y compartir esta experiencia", "Ahora quiero emprender este proyecto a tu lado". Aplicar el amor inteligente no es tan sencillo como explicarlo pero, al menos, hay que plantearse ciertas pautas: el amor debe entenderse como algo bello compartido entre dos personas que se inicia con un enamoramiento pasional y va pasando por una serie de etapas que hemos de asumir y entender como intrínsecas al ciclo del amor. Podemos embarcarnos en todos los viajes amorosos que queramos pero la etapa pasional pasará, así que si queremos algo más que una explosión química que nos lleve al estado de exaltación del enamoramiento, tendremos que cultivar y caminar hacia un amor maduro. El amor madura y viaja hacia esos ideales comunes, promueve el acercamiento sexual, se sincera, comparte, valora lo pequeño, fomenta la compenetración psicológica, busca el encuentro, evita la susceptibilidad y acepta la evolución y transformación de las cosas. Otra piedra en el amor/desamor es olvidar, dejar de aferrarse a los amores no correspondidos, liberar para volver a crear; a veces se nos hace complicado pero camino hay...aplicando esa famosa inteligencia emocional, ¿qué sentido tiene castigarse por alguien que no te ama?, ¿por qué perder tiempo y energía en algo no productivo? si quiero valorarme y mantener mi autoestima, no debería caer en estos bucles sin salida. A partir del autoconocimiento y de la práctica en la escucha de nuestras propias emociones nos será más fácil conseguir la paz y el equilibrio personal.

"Sin la expresión de los sentimientos, las relaciones se desmoronan, el sexo se convierte en algo mecánico, la entrega se convierte en manipulación, las heridas se convierten en rencores y el amor en odio" David Viscott, I love you, Let´s work it out

Os dejo una de mis canciones favoritas de Jorge Drexler con un lema que trato de grabarme cadadía: "Nada se pierde, todo se transforma":

domingo, 5 de diciembre de 2010

Iniciando el camino hacia el autoconocimiento

Me decido a iniciar este blog por el interés que me despierta todo lo relacionado con la Psicología, la Antropología, la Neurociencia, la Filososía y cualquier disciplina concerniente al  mejor conocimiento y análisis de la mente, los sentimientos y el potencial de las emociones humanas. Recientemente me embarqué en el estudio de la inteligencia emocional, ya que escuchaba este término reiteradamente sin saber muy bien el alcance exacto de su definición. Aunque pueda sonar a falta de modestia, siempre me he considerado una persona inteligente, talentosa, con habilidades sociales...al menos eso creía; sin embargo, en ciertos momentos de mi vida, influenciados por sucesos muy estresantes, he comprobado que mis emociones comenzaban a ser descontroladas, aplicaba respuestas desmedidas ante determinadas situaciones y canalizaba incorrectamente la intensidad de estas respuestas. Evidentemente, estas reacciones no me hacían sentir bien; mis emociones se adueñaban totalmente de mí y me inhabilitaban para desarrollar una mínima capacidad de empatía hacia los demás. Mi vida empieza entonces a convertirse en una continua inestabilidad física y espiritual, me estaba aislando, fracasando en mi vida laboral, social, amorosa...no es objeto de esta entrada aburrir al personal con mi compleja experiencia personal sino de transmitir que a veces nos falta autoconocimiento y control emocional. No podemos cambiar nuestro carácter, nuestro temperamento, eso forma parte de nuestra personalidad pero sí podemos "sentir, entender, controlar y modificar los estados anímicos propios y ajenos". Muchos estudios han demostrado que personas con un gran coeficiente intelectual pero limitadas habilidades emocionales tendrán menos éxito en la vida que aquellas con menor intelecto pero mayor capacidad de inteligencia emocional. Cuando hablamos de control emocional nos surge, al menos a mí, una pregunta: ¿es bueno controlar, reprimir nuestras emociones? ¡son emociones! pero es que no se trata de reprimir nuestras reacciones ante cualquier estímulo. Se trata sólo de modificarlas en parte, de minimizar una respuesta emocional inconveniente en ciertas situaciones. Podemos potenciar nuestra capacidad para controlar estados de ánimo negativos como la ira, la tristeza, la ansiedad...y encontrar el equilibrio para proyectar las emociones apropiadas en cada circunstancia, incluyendo el control de las emociones positivas. Podemos poner un ejemplo práctico con el entusiasmo: el entusiasmo es una emoción positiva y muy recomendable por ejemplo para la productividad y eficiencia en la vida  laboral. El entusiasmo está motivado por el interés y nos ayuda a emprender algo con ganas y energía. He leído definiciones muy interesantes del entusiasmo como:  "La gestión del entusiasmo es la gestión del sentido: si algo no tiene sentido, no nos puede entusiasmar". Pues bien, si pecamos de entusiasmo excesivo también podemos generar problemas que derivan en un sentimiento de frustración. Imaginemos a alguien a quien le encanta aprender, aprender mucho y en muchos ámbitos, a veces se entusiasma y quiere hacer cursos de todo: inglés, chino, danza del vientre, inteligencia emocional, cocina, taller de papiroflexia, reiki, historia, mantener varios blogs...lógicamente este entusiasmo es excesivo y contraproducente: derivará en intentar abarcar demasiadas cosas que a veces no son sostenibles o no se llegan ni a iniciar; ¿y qué produce ésto? un estado de frustración. Un control del entusiasmo nos conducirá a abarcar menos cosas pero a una mayor efectividad. Podremos así centrarnos más y mejor, y sentirnos más satisfechos en la consecución de objetivos.
Esto es todo por hoy, espero aportar las cosas que vaya aprendiendo en cuanto a inteligencia emocional así como temas psicológicos interesantes en general. Gracias y buen puente a todos.
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